Un ejecutivo de Sony presenta la nueva versión de "Street Fighter". / REUTERS-LIVE!
E3 es la última prueba, el “sí”o el “no” de los expertos, el comienzo de las críticas que definirán las compras. Tanto Sony, líder del mercado con PS4, como Microsoft, con Xbox One, consiguieron llenar ayer un estadio en Los Ángeles con fanáticos dispuestos a dar su veredicto en forma de vítores. Ambas mostraron que la mejor forma de consolidar esta generación de consolas pasa por volver al pasado.
El coliseo donde se celebraron los Juegos Olímpicos de 1984 se convirtió en un gigantesco teatro para ir desgranando los títulos durante la mayor feria de los videojuegos, que se celebra estos días en California. The Last Guardian para PS4 en la apertura y Uncharted 4 para el final, ambos con una calidad gráfica y movimientos de cámara un paso por delante de lo conocido hasta ahora. La mayor parte de los títulos llegarán en seis meses, cuando se acerque la Navidad, la gran campaña anual de la industria del videojuego.
De Sony sorprendió que no se hablase de Vita, su portátil. A cambio, el protagonismo en los próximos años lo tendrá Morpheus, su plataforma de juegos inmersivos. Andrew House, el consejero delegado de PlayStation, explicó que lo que hasta ahora se interpretaba como una experiencia individual lo quieren hacer colectivo: “Contar con la potencia de PS4 da sentido a Morpheus. La nueva aceleración y la sensación de estar dentro se siente hasta en el vídeo más básico. Ahora queremos que puedan estar en la misma aventura hasta cuatro amigos”. Los deportes tendrán un papel especial en la promoción de estas gafas, cuyo precio o fecha de salida todavía se desconocen.
La compra de la franquicia de Star Wars a manos de Disney ha traído una consecuencia, y es que se dirige a un público familiar sin complejos. Llegarán dos títulos con este sello. Para las familias, figuras físicas, que pueden servir de adorno, que se convierten en personajes en el televisor para Infinity. Será curioso ver cómo se entienden cuando se crucen con personajes de Disney. Para los puristas, Battlefront, acción galáctica con muy buena definición.
Cualquiera que haya pisado un salón recreativo a mediados y finales de los 90 sabe perfectamente quiénes son Ryu, Ken y Chun Li, los personajes principales de Street Fighter. La saga todavía no estaba en esta nueva generación. Se estrenará antes de final de año en PS4. Y Final Fantasy VII, un clásico del videojuego de inspiración japonesa, tendrá una reedición para PS4. ¿Quién querría volver a pagar por jugar lo mismo que ya conoció hace más de 10 años? Los humanos somos nostálgicos, y parece que también caprichosos, porque resultó el momento con más aplausos.
Hubo un guiño para los nuevos tiempos. Cuatro juegos que recordaban al comienzo de las consolas, con gráficos pixeladas, puro sabor a 8-bits. Era el momento indie. También lo fue la petición para hacer realidad un sueño, la tercera entrega de Shenmue a través de Kickstarter. Al salir de la conferencia de Sony la plataforma de financiación colectiva estaba colapsada. Dos horas después de la charla superaban 1,2 millones de dólares. A este ritmo, antes del amanecer tendrán los dos millones que necesitan.
Microsoft explicó sus planes en la mañana del lunes, con Halo 5 yForza Motorsport 6 como propuestas más relevantes. El primero tira de su líder más carismático, el Jefe Maestro. El segundo, una vuelta de tuerca en el juego de conducción hiperrealista, con nuevos modelos, situaciones y detalles. Añadieron la única novedad de hardware en lo que va de certamen: un mando con botones intercambiables, velocidades, casi podría decirse que programable. Una delicia para los que usan juegos complejos con diferentes combinaciones, algo así como un complemento de lujo, pero no para el día a día o aquellos que juegan una partida de cuando en cuando.
Nintendo prefiere hacer la guerra por su lado. Aferrada al 30 aniversario de su icono más carismático, Mario Bros, serán los últimos en contar qué novedades preparan.
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